21 de enero de 2010

Agustina Attias: una chica caliente y espiritual

Agustina, la hermana de Emilia, lee libros sobre energía cuántica y vidas pasadas que la “dejan pensando”. trabaja en teatro con su cuñado, el Turco Naim, a quien define como un “gran artista”. Sus tips de seducción.

A cara lavada sus ojos resaltan mucho más. El pelo recogido y la onda “recién me levanto”, volverían loco a más de uno aunque ella se disculpa por eso: “ay, me agarraste así nomás”. Cualquier otra mortal daría lo que fuera por lucir así mientras hace la limpieza de su casa, pero éste parece ser un beneficio exclusivo de la herencia genética de las Attias. Agustina tiene la tele prendida y la nota se demora unos minutos porque sabe que va a aparecer y teme por las consecuencias. En un programa de espectáculos pidieron su opinión sobre Natalia Fassi y su baja del concurso “La chica del verano” de Carlos Paz, y ella no quiere escándalo. Ahora Agustina está en estéreo, en la tele y en persona en su departamento. El segmento termina, y la actriz de “Livin la viuda loca” luce aliviada por haber salido airosa del embrollo mediático. “Hay que tener mucho cuidado a veces para no ir al choque ni herir susceptibilidades. No me gusta nada ver que estoy cerca de un lío o algo así, ya cuando me roza no quiero saber nada”, explica.


–¿Hizo control mental antes de venir a Carlos Paz, entonces? Por que está en uno de los puntos neurálgicos del escándalo.

Sí, la verdad es que tenés razón (risas). A veces se me vuela un poco la chaveta y digo “esto no lo tendría que haber dicho”, pero es un aprendizaje también, uno tiene que entender que no todo se puede escupir así, hay que ser un poco político en la forma de dirigirse. A mí me tienen que atacar faltándome el respeto para que salte mal, si no siempre trato de encarar las cosas bien, y lo haría más personal y no frente a las cámaras. Es que también desvirtúa la carrera de uno, y la gente no entiende si sos mediático o te lo querés tomar en serio.


–¿Cómo es trabajar con su cuñado, “el Turco” Naim?

Al momento de encarar el proyecto me dio cierta tranquilidad tener a alguien de mi familia, pensé “tengo a uno de mi lado” (risas). Sabía que iba a tener a alguien que me iba a ayudar. La verdad es que es muy divertido, tenemos camarines enfrentados, yo lo comparto con Gabi Mandato que es divina; y “el Turco” viene y nos charla, nos comparte un vinito, es el que pone el clima más divertido, y está bueno laburar con él porque aparte de buena persona es un gran artista.


–¿Cómo es un día en la Villa?

Estoy re ama de casa, ¡mal! Me di cuenta, ahora que estoy viviendo sola acá, que me encanta; me gusta estar acompañada, invitar gente, pero está bueno estar solo, tener tiempo para uno mismo, estoy leyendo muchísimo. Ahora estoy con un libro que se llama “Qué es… Sanación cuántica”, de Osvaldo Riverso. Y ya terminé “Muchas vidas, muchos maestros”, que habla de las vidas pasadas.


–¿Qué tienen ustedes, las Attias, con las cuestiones espirituales?

Somos muy espirituales, cada una a su nivel. Es la primera vez que yo me pongo en contacto con algo que habla de las vidas pasadas, y la verdad es que me dejó pensando. No te puedo decir que creo fervientemente pero me empezó a abrir la cabeza. Y ahora, leyendo el otro libro, me doy cuenta de que somos totalmente energía… Y nada de lo que te estoy diciendo condice con las fotos que hicimos para esta nota, ¿no? (risas).


–Pero es la misma Agustina. ¿Cómo convive todo eso en usted entonces?

Bueno, está bueno, es parte de una persona, tener varias mujeres en una, es lo divertido. Las mujeres somos como más caóticas. Yo estoy convencida de que soy una mujer delicada y dulce, pero tengo el barrio adentro. Mis viejos eran de barrio, y si bien nos educaron muy bien, tenemos una cosita de reas. En el teatro siempre me dicen algo porque estoy descalza por todos lados sin importarme si el piso está sucio, o me siento con las piernas abiertas, como que no soy delicada con esas cosas. Sí cuando hablo, que quizás no soy de decir malas palabras y esas cosas. Yo soy muy tranquila, no soy peleadora, no me gusta pelear con mi pareja.


–¿Su novio no la viene a visitar?

Estoy un poco sola acá porque Diego trabaja bastante, a veces los fines de semana también, entonces trata de venir cuando puede. Lo vamos piloteando. Igual nunca viene mal en la pareja un poco de distancia, de extrañarse. Lo hablamos mucho con las chicas, Dallys está de novia hace como cuatro años también, y te pasa que cuando estás hace mucho con una persona, si te extrañás, cuando lo ves es el más lindo del mundo, lo ves y… no sé cómo decirlo para que no suene mal (risas).


–Sin vueltas, lo ve y quiere sacarle toda la ropa…

–¡Claro! Lo besás y no es lo mismo que el beso que te das cotidianamente. Además, las mujeres también somos apasionadas, no sólo el hombre tiene ganas. La mujer, si está varios días sin nada, ya pide que vuelva el novio, que se porte bien y que cumpla (risas).


–Tengo entendido que tiene la fantasía del video…. ¿Nos podemos encontrar con una filmación a lo Chachi Telesco?

No, pobre Chachi. Mío no van a encontrar ningún video ni nada. Sí creo que en lo relacionado al deseo de la pareja, está bueno alimentar con ciertas cosas. Nunca me filmé con mi pareja, pero no lo descarto tampoco. Me parece que está bueno innovar con sutilezas a la pareja, con un video, con una ropa interior divina, si no se cae toda la magia. Tampoco estar todo el tiempo así, ¿no?.
Fuente: 24CON

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