28 de julio de 2010

Emilia Attias en Planeta Urbano



-¿Cómo equilibrás tu imagen de sex-symbol y tu trabajo con los chicos?
-La verdad, bien. Me gustan las dos cosas. Es que me encantan los adolescentes; es una etapa tan fresca, tan pura, tan auténtica. Son valores que a mí me gustan mucho y me parece que es una edad donde todo eso florece y uno necesita buscar su identidad. Estar en contacto con los adolescentes, que tienen toda esa energía, me encanta. Me agrada escucharlos, conocerlos, guiarlos. Yo me divierto como una teen también. Tengo ese espíritu rebelde y juvenil. Y también lo de sex-symbol, que es algo que muchas mujeres lo tienen como algo natural. Incluso mujeres que no trabajan en el espectáculo. Es una cuestión natural, soy coqueta, me gusta estar bien y me gusta agradar. Esa cosa de realzar lo femenino y lo sensual. Debe ser algo que tengo muy adentro y que se percibe, no vivo en pose, sino que es bien natural.

-¿Cuánta importancia tiene el baile en tu vida?
-En estos momentos mucha, básicamente 3 horas por día (risas). Pero el baile en mi alma tiene un lugar enorme. Fue mi primer contacto artístico, desde chiquitita, nunca estudié baile en mi vida. Mamá siempre dice que teniendo un año o dos, me la pasaba saltando o moviéndome todo el día para abajo y para arriba y me cuenta que hacía unos movimientos difíciles con el cuellito y el torso. Cuando fui creciendo, ya a los cuatro o cinco años, era estar en el living de mi casa abriéndome de piernas, mirando en el televisor los musicales además de copiarlos. Era esperar que se armara una cena para disfrazarme y mostrar cuánto sabía bailar. Todo era de escenario y de baile. El baile es algo natural para mí, por eso me es fácil bailar, yo siento la música. Después, a los diez u once años, además del baile me empezó a gustar el canto, pero primero fue la actuación y el baile.

-¿Nunca estudiaste baile?
-No, nunca

-¿Y canto?
-Canto ahora, de grande. Baile solamente cuando empecé a trabajar, cuando hice por ejemplo el espectáculo de revista para Miguel Angel Cherutti. También bailando hice Casi ángeles, y ahora trabajando en Bailando por un sueño. Fue en situaciones de trabajo que me formé un poco más bailando, porque te couchea un profesor. Entonces pude pulirme más, digamos. Creo que la gran base de mi baile es el sentimiento, sentir la música; la tengo metida en el cuerpo. Y el canto, como no requiere de tanto tiempo, lo pude intercalar con el trabajo y tomé clases. Cuando empecé con Casi ángeles, ahí me lancé con las clases: era el año 2007.

-¿Cómo hacés un equilibrio entre tu vida privada y tu vida laboral, que viene tan atareada últimamente?
-Muy atareada... pero creo que son épocas de la vida. Son momentos de mucho laburo y quiero aprovecharlos para crecer, me gusta seguir aprendiendo. Y porque disfruto mucho lo que hago, pero el tiempo libre que tengo trato de compartirlo con mis afectos, con mi marido, mi familia y mis perritos, que son lo más importante que poseo. Por suerte, con mi marido tenemos una unión especial. A mí me gusta mucho el arte y a él también, entonces nos divertimos haciendo las mismas cosas. Vamos juntos al cine, a los teatros, a los recitales, hacemos asados en casa, vienen amigos y tocamos la guitarra y cantamos. Entonces vivimos una vida que nos gusta mucho a los dos. Siento que viviría esta vida siempre, y él también. De pronto nos unimos los dos. A veces pasa en las parejas que no coinciden los estilos de vida y tienen que ceder algo. En nuestro caso pasa que nos gusta lo mismo. Entonces, a pesar de que tenemos poco tiempo para estar juntos, todas las noches terminamos de laburar y nos vamos a casa. Como trabajamos hasta tarde los dos, esas horas que estamos juntos son increíbles. Disfrutamos de lo mismo, nos ponemos de acuerdo en seguida en lo que queremos hacer. Es primordial para mí estar con mis afectos, y más con él, que coincidimos en la forma de divertirnos.

-¿Qué hacés en tu tiempo libre?
-En mi tiempo libre, (NOTA COMPLETA. EDICIÓN Nº 141 EL PLANETA URBANO)






Fuente: El Planeta Urbano

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