"Me gustan los hombres reos, muy rústicos y apasionados" Emilia [Gente 03-05-05]

Es la morocha del momento: 92-60-92, 18 años y personalidad avasallante. Fue chica de tapa de GENTE en el verano y ya es la nueva sex bomb de No hay 2 sin 3. Emi -así le dicen- está en alza: le llueven campañas publicitarias y propuestas de trabajo, y su cachet se duplicó. Asegura que está sola, que el nadador José Meolans "es sólo un amigo" y que a la hora de elegir un hombre prefiere que no sea famoso. Empezó a trabajar de modelo a los trece años, como una nenita que juega a ser actriz. Hoy, con dieciocho, Emilia Attias tiene la claridad de una mujer de treinta. Su meta es clara: llegar al estrellato por sobre todo.

-¿Cómo se definiría?
-Soy una chica muy sentimental, pero razono mis sentimientos. Prefiero estar de novia antes que andar rebotando de acá para allá. Pongo prioridad en mis sentimientos. Soy muy intensa e intuitiva. Pienso antes de actuar, pero nunca desde la frialdad y la estrategia.

-¿Tiene novio?
-No.

-Sin embargo, la vimos con José Meolans, el campeón de natación.
-(Risas) Ya no lo veo, fue una salida de amigos. Si pasara algo importante de verdad, te lo diría. En serio, sólo somos amigos. Soy muy intensa para el amor. Necesito que me golpee y que me mueva adentro.

-¿Hasta dónde es capaz de llegar para ser una estrella?
-No tengo límites, o mejor dicho, prefiero descubrirlos mientras estoy jugando. Sé cuál es el camino pero no sé hasta dónde quiero llegar. Me concentro en mí y siempre trato de superarme a mí misma. Y no es una cuestión de animarse o no. Al contrario, yo me animo cada vez más porque soy muy avasallante. Tengo claro que quiero actuar, pero no quiero ser la modelo que actúa. Quiero ser actriz y que me den papeles fuertes.

-¿Cómo seduce a un hombre?
-Con mi seguridad interna, con la mirada, con la manera de caminar, de bailar. Creo que es con la actitud, más que con mostrar lolas y cola. Cuando un hombre me gusta y lo quiero seducir, lo miro, lo miro para que se dé cuenta de que lo estoy mirando. Pero creo que se terminan de morir cuando les hablo. Mi seguridad interna me hace ver muy sexy.

-¿Cómo debe ser ese hombre?
-Intenso, temperamental, muy respetuoso, maduro, que se juegue por lo que quiere, que sea sincero, que me cuide y me valore, que tenga sensibilidad. Prefiero que no sea del ambiente para que sea mi cable a tierra. No busco fama. No saldría con un conocido o con un productor para conseguir fama. La independencia económica me la quiero ganar con mi trabajo, no porque me case con alguien que tiene plata. Me gustan los hombres reos, muy rústicos y apasionados.

-¿Y usted puede responder a tanta pasión?
-Yo soy muy apasionada, y me gusta que me sigan el ritmo. Odio la rutina. Quiero un compañero de aventuras, una persona con la que pueda hacer de todo.

-Para seducir a un hombre, ¿le cocina unas buenas milanesas con papas fritas o hace un striptease?
-Un striptease (risas). Seduzco mucho con mi carisma también. Me animo a todo. Por ahí hago cosas que el hombre no se espera y se queda loco.

-¿Tiene pudores?
-No soy una chica pudorosa.

-¿Y para divertirse, qué hace?
-Me encanta ir a bailar, a comer afuera, al teatro, al cine, al casino. Y soy de apostar. Me divierte el hecho de jugar. Cuando nos juntamos en la casa de amigos, armamos juegos.

-¿A qué juegan?
-Al Yo nunca, y el que pierde tiene que levantar la copa y hacer un fondo blanco. También a Verdad o Consecuencia. Las consecuencias, a veces, son muy picantes.

-¿Cuán picantes?
-Por ejemplo, sacarte la parte de arriba de la ropa, o sacarle la remera al chico o darle un beso en la oreja. Pero estamos en confianza y me divierte. Me gusta vivir a pura adrenalina.

-¿Es capaz de perdonar una infidelidad?
-Sí.

-En general, las mujeres no perdonan demasiado.
-Si a un hombre se le cruza una chica, es ridículo no perdonar. Es algo que hay que resolver en pareja, hablando y viendo cuál fue el motivo para que eso pase.