Emilia Attias necesitaba un break. “Todo lo que viví en los últimos tiempos fue demasiado. El éxito de la obra Inolvidable en Mar del Plata y calle Corrientes, el fenómeno que se armó alrededor de Bailando por un sueño… El cuerpo me pedía parar un poco, relajarme. Hace cuatro años que no me tomaba vacaciones”, confiesa. Junto a su amiga Violeta, antigua compañera de secundario, eligió el destino: “Queríamos ir a un lugar con playa, arte e historia. Y lo primero que se nos vino a la mente fue Cuba. Además, me pareció muy interesante conocer cómo se vive en el país de Fidel Castro”, dice. Fueron veinte días, perfectamente repartidos entre la ciudad de La Habana y Playa Paraíso, en la isla Cayo Largo.
Memoria y balance: “Descubrí un lugar hermoso, lleno de arte. Fui a ver varios espectáculos musicales y conocí muchos museos. Me encanta la cultura de los cubanos. Hablé mucho con ellos, para conocer su manera de pensar. Y las playas son divinas, de arena blanca y finita. Volví con las pilas recargadas para encarar un nuevo año laboral que, parece, se viene con todo”, asegura Attias.
Hay cosas que Emilia no puede decir. Por el momento, tiene prohibido anticipar su futuro laboral. ¿Se queda en el teatro de revista con Miguel Angel Cherutti o pasa a las filas de Cris Morena? Un verdadero misterio. Mientras tanto, la top de García Navarro Models continúa con sus clases de canto, baile y actuación. Tampoco habla de su vida privada. ¿Cuándo va a blanquear su noviazgo con el humorista Turco Naim? “Estoy bien, muy contenta”, confiesa apenas. Dicen sus íntimos que la relación crece cada día, que ya no se ocultan. Y aseguran que si la pareja baja un poco más la guardia, pronto van a ser sorprendidos por algún fotógrafo.
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